Podría contar muchos momentos vividos que uno no puede olvidar por su sencillez y emotividad entre la gente, sobre todo entre los niños. Por ejemplo el momento del lavatorio de pies en la Cena del Señor. Que ilusión y que alegría al invitar a la gente para este sencillo momento. Yo personalmente sentía vivir el Evangelio leído hace unos momentos. Este momento me sentó muy bien espiritualmente. Dando fuerzas para las siguientes celebraciones Pascuales.

Un niño de uno de los pueblos a la hora de adorar la cruz en viernes Santo llamó la atención de toda la comunidad por la forma de hacerlo, con respeto, firmeza en aquello que hacía. Qué bonito!! Un niño de unos cinco años. La celebración en la calle ya que en la capilla era imposible por el calor.

La Vigilia bien preparada por la comunidad de Kalalé. Una bonita decoración, participación de todos.

Un fuego impresionante que alumbraba a todo el pueblo de Kalalé. Testimonio en silencio que hablaba por si solo. Celebración larga sin bautizos en este año. Importante y comprometida para todos nosotros.

El Domingo, una vez más, el templo lleno. No cabía nadie más. La coral como siempre participando y haciendo participar al resto de feligreses. Compartiendo la alegría e ilusión continuando la fiesta de las fiestas.

¡!Qué gozada Dios mio!!

Joaquín Pardo, sma.